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Afiliado de Senasa denuncia placas defectuosas en cirugía; cuestionan a suplidores de osteosíntesis

 

Por Jazmín Díaz 
Tomado de n.com.do

SANTO DOMINGO: Un afiliado del Régimen Contributivo de Senasa denunció haber sido afectado por el uso de materiales de osteosíntesis de baja calidad, suplidos por una empresa contratada por la institución, lo que derivó en graves complicaciones de salud y la necesidad de someterse a una segunda cirugía.

El paciente, de 42 años, sufrió un accidente de tránsito el 27 de enero de 2024 y fue intervenido en el Hospital General Docente de la Policía Nacional por fracturas múltiples, entre ellas una de fémur izquierdo. Para la operación, Senasa autorizó el uso de insumos suplidos por la empresa Carimed Services, dedicada a la venta de aparatos ortopédicos e instrumental quirúrgico.

Según el testimonio, la placa colocada en su pierna no era de acero quirúrgico ni titanio, como es requerido, sino de un material frágil, “similar a la calamina”, lo que ocasionó que su cuerpo lo rechazara y, meses después, terminara rompiéndose dentro del fémur. El insumo costó a Senasa RD$15,000, pese a que su precio de mercado ronda los RD$40,000 en casas comerciales reconocidas.

El afectado explicó que, ocho meses después de la primera cirugía, en lugar de recuperarse, su hueso comenzó a deformarse hasta que la placa cedió. Esto lo obligó a una segunda intervención en abril de 2025, tras un proceso burocrático que demoró 25 días. “Lo que pudo resolverse con RD$100,000 terminó costando más de medio millón de pesos en terapias, cirugías y tratamientos adicionales”, aseguró.

Carimed Services, registrada en 2011, tiene como accionistas a Antolín Reynoso Morales, médico ortopeda y empleado del Hospital José María Cabral y Báez, y a Julio César De León Valdez, subdirector administrativo del mismo centro. Ambos figuran en la nómina estatal, lo que representa un conflicto de interés, ya que la Ley de Función Pública prohíbe a servidores públicos ser suplidores del Estado en áreas relacionadas con sus funciones.

El paciente lamentó que materiales de baja calidad fueran autorizados en su caso y advirtió sobre el riesgo de que decisiones administrativas prioricen precios bajos sobre la salud de los afiliados. “No son palitos de tender ropa, son materiales que van dentro del cuerpo humano y deben garantizar una recuperación segura”, expresó.

Este caso refleja cómo la negligencia y las irregularidades en los procesos de compras médicas pueden traducirse en mayores costos económicos y graves consecuencias para la salud de los ciudadanos.