Opinión: Yo quise hablar con el Padre de la Patria en su cumpleaños
Por Praede Olivero Féliz
Al celebrarse el cumpleaños 212 del Patricio Juan Pablo Duarte, visitamos el Instituto Duartiano en compañía de mi esposa Geisa Catalina Matos Méndez y mi cuñado Luis Marino Matos Méndez y nos recibió su Presidente, el buen amigo y compueblano doctor Wilson Gómez Ramírez.
La guía que nos acompañó en el recorrido por el instituto nos mostró la historia de Duarte en poco espacio y poco tiempo, de manera pedagógica y emotiva y no sólo a nosotros, sino a muchos visitantes que asistieron a este lugar especial del Patricio, su familia, compañeros Trinitarios, de la Filantrópica y de la Dramática.
Confieso que sentí la presencia y compañía del Padre de la Patria, mi cuerpo tembló, mi piel se erizó y pude imaginar la época del siglo 19 en que luchamos, peleamos y logramos nuestra independencia.
El nacimiento de Duarte, su historia plasmada en fotos, cuadros, murales y en el museo de cera, conmueven a todo el que visita al Instituto Duartiano, sean Dominicanos o extranjeros. Esta experiencia deben vivirla todos los dominicanos, especialmente nuestros niños.
El bautizo de Duarte, sus padres y diez hermanos, todos apoyando la lucha por la independencia, sus compañeros, viajes, exilio, regreso, el trabucazo en la Puerta de la Misericordia, el izamiento de la bandera en el Altar de la Patria, están ahí, inmortales, imperecederos, invitando a niños, jóvenes y adultos a recordar, no olvidar y defender la historia de hombres valientes que decidieron ser libres o morir.
Yo me regocijo de esta visita, porque me considero duartiano, de palabras y de práctica, dispuesto siempre a entregar mi vida, si fuere necesario, por la patria.
Yo me siento feliz porque quise hablar y hablé con Juan Pablo Duarte en su cumpleaños.